Mujeres con discapacidad intelectual de ASPRONA en Hellín y Elche de la Sierra con el 8M

Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer el próximo 8 de Marzo, en ASPRONA en Hellín y El che de la Sierra se han llevado a cabo una charla-coloquio con las mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo de los Centros Ocupacionales Arco Iris y Carlos Guerra en las que han compartido sus emociones ideales y vivencias por el simple hecho de ser mujer.

Por norma general las mujeres del Centro Ocupacional “ Arco Iris” se sienten discriminadas por tener discapacidad, una discriminación que viene de personas de su mismo sexo, ya que las mujeres en vez de apoyarse entre ellas, se critican y se ponen trabas (así lo sienten).

Esta  discriminación aparece en su entorno . Así, nos cuentan que en alguna ocasión su pareja les ha obligado a perder amistades porque no le parecían apropiadas.

Cuentan como se han sentido rechazadas por personas sobre todo del género opuesto por tener discapacidad. Las tratan como personas “raras” y las personas de su entorno la sobreprotegen para que no le pase nada, frenan sus sueños. Piensan que no son fuertes y que no puede conseguir sus propios objetivos, nada más lejos de la realidad.

También nos cuentan que se han sentido que las trataban de diferente manera al resto de los chicos, les daban más libertad, y ellas estaban mucho más protegidas. Además la figura masculina trataba a una de ellas muy mal, por el hecho de ser mujer, pues también lo hacía con otras mujeres.

En otro caso el contrario, la figura masculina es el que suma y deja hacer y la figura femenina es la que resta y frena a la persona, ganando siempre la visión más negativa.

En lo referido a la pareja, la mayoría se ha sentido rechazada por los chicos, las trataban mal, diferentes al resto, les hacían comentarios feos e hirientes para su bienestar psicológico y emocional (“no vales para nada…, vete a casa y déjame…”). El hombre se sentía superior. Dicen haberse sentido mal, débiles, pero haber conseguido salir de esas situaciones complicadas siendo más fuertes que antes.

En otro sentido, ven que existe discriminación a la hora de acceder a los servicios básicos. Los espacios no están adaptados para las PCDID, hay obstáculos físicos para acceder a bares, parques, hospitales, ayuntamiento, etc. Tampoco están adaptados cognitiva ni visualmente por lo que siempre deben ir acompañadas por alguien, algo que les resta independencia. Comentan que objetos tan básicos como la cartilla del banco, la del médico, las recetas, etc. no están adaptados y deberían estarlo.

Las mujeres del Centro Ocupacional le piden al futuro ser felices, poder tomar más decisiones en su día a día, poder elegir aquello que desean y les gusta. Nos enseñan como aceptar los cambios que han tenido a lo largo de sus vidas. Nos dicen que las mujeres con discapacidad entienden del poder de las palabras, de su significado y de la importancia del lenguaje.

En términos generales, nos quedamos con que han nacido y morirán igual que el resto de personas, por lo que el termino discapacidad es solo un término, deben ser consideradas mujeres iguales al resto, ya que así se sienten ellas.

Todos somos iguales, no debemos sentir lástima por otras personas con discapacidad, ya que a ellas no les gusta que otros sientan eso por ellas, y mucho menos que se lo digan. Cada una tiene unas capacidades que las hacen únicas. Se acabó el sentir pena, porque les hacen sentir mal, están vivas y son fuertes, eso es lo importante.